Vender una empresa es un proceso emocional y complejo, pero hacerlo de manera rápida y eficaz puede marcar la diferencia. Quienes se plantean una operación de fusiones y adquisiciones necesitan una estrategia clara que maximice el valor de su negocio. A continuación, exploraremos las mejores prácticas de adquisición de empresas. ¡Comencemos!
Motivos para vender una empresa
Los sectores empresariales experimentan cierto dinamismo que obliga a estar en constante actualización y adaptación. La evolución de las nuevas tecnologías, como la impresión 3D y el big data, la aparición de nuevas formas de logística o el cambio en los hábitos de consumo, entre otros factores, son algunos ejemplos disruptores que pueden provocar la toma de decisiones clave sobre el futuro de una empresa.
Por eso, los empresarios han de estar atentos a los cambios del entorno y valorar su impacto en el negocio. En muchas ocasiones basta con reinventarse, pero, en otras, vender una empresa en funcionamiento es lo más sensato. ¿Cuáles son los motivos que propiciarían esta transacción?
- Concentración del sector.
- Nuevos competidores.
- Decreciente rentabilidad.
- Crecimiento inesperado.
- Deslocalización o internacionalización de la compañía.
- Intención de desprenderse de divisiones que no son rentables.
- Nueva inyección de recursos.
- Conflicto entre socios.
- Ausencia de sucesores.
En la actualidad, los cambios en los sectores empresariales y en las finanzas corporativas ocurren a un ritmo acelerado. Por tanto, es fundamental estar alerta y ser ágil detectando el momento oportuno para vender una empresa con deudas o sin ellas. La clave está en reaccionar con anticipación y evitar quedarse rezagado ante el dinamismo del mercado tras identificar las señales que indican la necesidad de vender.
Qué valorar para vender una empresa
¿Cómo se valora una empresa para venderla? Este proceso no es sencillo e implica una serie de factores que se deben considerar de manera minuciosa. ¿Qué tipo de pasos se deben dar?
Quienes ya han tomado la decisión y necesitan conocer cómo calcular el valor de una empresa para venderla, han de reunir cierta información. Es muy importante que esté actualizada y relacionada con los activos y pasivos de la compañía. Entre los datos más relevantes, destacan los siguientes.
- Estado financiero. Es uno de los análisis más importantes para valorar una empresa. Al revisar los balances, la cuenta de resultados y el flujo de caja se puede determinar su liquidez, solvencia y rentabilidad.
- Estudio de mercado. Conocer el mercado en el que opera la empresa es esencial para valorarla económicamente. Asimismo, son muy relevantes las tendencias y oportunidades de crecimiento que presente el sector.
- Situación política y económica. Estos dos factores van a influir en el precio de la empresa. Los elementos macroeconómicos más relevantes son la situación política, la tasa de interés y la inflación.
- Activos intangibles. Reputación, marca, patentes, licencias y propiedad intelectual de la empresa son algunos de los activos más relevantes. Su valor puede ser enorme y no hay que olvidarlos en la valoración final.
- Diferentes métodos de valoración. Hay varios métodos de valoración empresarial, y lo adecuado es combinar más de uno para tener una mejor y más completa perspectiva.
- Situación futura de la empresa. ¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento y desarrollo de la empresa? ¿Tiene un plan de negocio viable? Estos aspectos son fundamentales para evaluar el potencial y el riesgo asociados a la hora de comprar una empresa.
Con toda esta información, es posible determinar el valor y calcular un precio justo para vender una empresa.
Cómo vender una empresa
El empresario no es objetivo sobre el valor que tiene una empresa antes de vender. Por ello, en Strategik ofrecemos asesoramiento imparcial para operaciones de fusiones y adquisiciones.
Para vender una empresa, lo más sencillo es seguir estos 5 pasos.
- Tomar la decisión de vender.
- Revisar la estructura de la empresa. Si esta no es adecuada, antes de iniciar el proceso de venta habría que transitar por un proceso de reestructuración, lo que dilataría en el tiempo el objetivo.
- Due diligence. En Strategik somos profesionales especializados y experimentados en el mundo de las fusiones y adquisiciones. Por ello, recomendamos llevar a cabo este paso y así conocer de verdad el estado de la compañía.
- Buscar un comprador. Esto debe hacerse bajo un halo de confidencialidad y sin asumir riesgos innecesarios. Por eso, una vez encontrado el posible comprador, es recomendable firmar un preacuerdo de venta sin facilitar los datos de la empresa, pero vinculante si se demuestra que la información ofrecida es certera.
- Firma del contrato de confidencialidad.
Durante estas operaciones, los vendedores pueden agobiarse y preocuparse por los avances, sobre todo si se alargan. Por este motivo, contar con profesionales experimentados como los que tenemos en Strategik es la mejor solución para facilitar en tiempo récord la venta de empresas.
Así, para conseguir los mejores resultados al vender una empresa, es fundamental contar con una consultoría empresarial de calidad que gestione el proceso de venta de manera externa y profesional. Así, se podrá maximizar el valor de venta de la compañía.