Skip to main content

Un plan de reflotamiento empresarial es un proceso que inicia una organización para superar el estado de insolvencia financiera. Para ello, es necesario llevar a cabo una reestructuración operativa y financiera, y el mejor modo de hacerlo es ayudándose de una consultora estratégica. 

Empresas en crisis en España

Por regla general, las empresas que suelen cerrar son pymes o micropymes. Hasta agosto de 2022, en España habían echado la persiana unas 46.000, la mayoría de ellas ubicadas en Madrid, Cataluña y Valencia.

El fin de la moratoria concursal, la ralentización económica, la crisis energética y de materias primas junto con la inflación son las causas principales. Como consecuencia, ha aumentado la tasa de impagos y también la morosidad en nuestro país.

Las actividades económicas donde más cierres se han producido se localizan en: 

  • Construcción. 
  • Sector inmobiliario. 
  • Actividades profesionales (técnicas y científicas). 
  • Hostelería. 
  • Empresa manufacturera. 

Para continuar con su negocio, muchas de estas empresas acuden a expertos en reestructuración empresarial. De este modo, se implementan soluciones de analítica avanzada que potencian la toma de decisiones.

En las empresas más pequeñas, la rotación del empleo es mayor, pues el talento siempre está en búsqueda de nuevas oportunidades. El 94 % del tejido productivo está en manos de empresas con menos de 10 trabajadores y tan solo el 51 % de ellas cuentan con una web en la que vender sus productos. Además, menos del 30 % reconoce que su sitio web es clave para ofrecer sus servicios.

Ante este panorama, se encuentra en la Ley Concursal una solución. Y es que gracias al plan de transformación, se reestructuran las deudas empresariales en una fase temprana. Por tanto, se evita que un proyecto empresarial llegue a sufrir un cierre por asfixia financiera. 

Cuándo se debe reflotar una empresa

La clave del plan de reflotamiento empresarial la encontramos en los artículos 2.2 y 2.4 de la Ley Concursal. Estos indican que el proceso se debe iniciar cuando se anticipe que en un plazo inferior a 3 meses se pueda iniciar un impago regular a: 

  • Empleados.
  • Entidades financieras.
  • Proveedores comerciales.
  • Organismos públicos.
  • Otros.

Una vez establecido el marco temporal, para acometer un plan de recuperación hay que anticiparse a las tensiones de liquidez y tesorería a corto plazo. De este modo, se podrá abordar de una manera satisfactoria el reflotamiento de la organización con un mayor grado de éxito.

Los indicadores que nos pondrán de manifiesto de que la empresa no marcha como debería son varios. Entre ellos, podemos destacar: 

  • Alta rotación de personal acompañada de un mal clima laboral. 
  • Quejas excesivas de los clientes. 
  • Reducción de crédito por parte de los proveedores. 
  • Caída de las ventas. 
  • Reducción de beneficios. 
  • Menor margen en las operaciones. 
  • Problemas globales que tensionan o hunden la economía como, por ejemplo, una pandemia. 

Todas estas circunstancias afectan de lleno a una empresa, su liquidez y tesorería. Así, ¿cuándo se debería poner en marcha un plan de reflotamiento empresarial? En el momento en que no pueda cumplirse de forma regular con las obligaciones exigibles. 

Cómo elaborar un plan de reflotamiento empresarial

A continuación, ponemos algunos ejemplos de acciones para poner en marcha un plan de recuperación y transformación de una empresa para sacarla a flote. Todas ellas se enmarcan en un estricto control de gestión. 

Reducción de costes

Reducir costes es una de las primeras acciones que se deben llevar a cabo. Lo importante es seleccionar en qué tipo de gastos se realizará, pues el modelo de negocio y los clientes marcarán los pasos a seguir.

Nuestra recomendación es deshacerse de lo superfluo. No obstante, en ciertas ocasiones, también hay que tomar decisiones drásticas que implican la reducción de la jornada o el sueldo de los empleados. 

Diversificación

Para reflotar un negocio también se puede apostar por la diversificación e intentar alcanzar nuevos clientes. Esto, en la actualidad, es más sencillo gracias a internet y a las diferentes estrategias de marketing online que se pueden llevar a cabo.

No es necesario una gran inversión, pero sí se requiere una página web que ofrezca contenidos frecuentes y una gran actividad en redes sociales. En este contexto, también se pueden explotar las ventas digitales. 

Teletrabajo

En función del modelo de negocio, se puede optar por esta modalidad. Algunos empleados podrían desarrollar parte de su trabajo desde casa. Esto favorece la conciliación laboral y personal y nos permite ahorrar pluses de transporte y suministros en las oficinas. 

Alianzas

Hoy se compite en un mercado global donde todo está interconectado. Por eso, conviene tejer alianzas y acuerdos colaborativos con otras empresas. 

Ofertas impactantes

Algunas empresas han conseguido capear las crisis adaptándose al mercado y bajando precios. Posteriormente, podríamos volver a los precios anteriores, aunque quizás esto nos permita descubrir nuevas estrategias que nos favorezcan más.

Para elaborar un buen plan de reflotamiento empresarial, confiar en nosotros es una gran opción. Desde Strategik estamos ahí para ayudar gracias a nuestra asesoría personalizada e integral.