¿Necesitas redefinir tu modelo de negocio?
La reestructuración de sociedades es un interesante proceso para llevar a cabo cambios significativos en su estructura organizativa, financiera y operativa. De hecho, este procedimiento es lo más apropiado cuando el objetivo es conseguir una mejora de la rentabilidad, eficiencia y competitividad en el mercado.
Durante esta modificación estructural, se pueden acometer distintas acciones como la venta o el cierre de unidades de negocio menos rentables. Igualmente, permite reducir costes, consolidar otras operaciones y buscar nuevas oportunidades de mercado, entre otras actualizaciones.
Las crisis económicas y los problemas concretos de un sector pueden suponer pérdidas de valor que impulsan cambios en las empresas. Sin duda, estos procesos obligan a adaptarse y ejecutar una reorganización para mejorar su competitividad e incrementar el funcionamiento productivo de la compañía.
Por otro lado, la redefinición de un modelo de negocio facilita la aplicación de ciertos mecanismos, según el régimen fiscal, con los que proteger y aumentar el patrimonio de la sociedad.
¿Cómo abordar una reestructuración societaria?
Principalmente, se realizan modificaciones estructurales de las compañías a distintos niveles:
- Operaciones de fusión, escisión, canje de valores o aportaciones no dinerarias.
- Cesión global del activo y el pasivo.
- Cambio internacional del domicilio social.
En Strategik, asesoramos a empresas para definir una estructura societaria ajustada a sus necesidades actuales y futuras. Por tanto, en cada operación tenemos en muy presentes la atribución de los socios, el capital social y las cuotas de la sociedad. Asimismo, tenemos en cuenta el bloque por sucesión universal.
Este desarrollo no es sencillo, pero resulta muy apropiado cuando hay que adaptarse al entorno y a las continuas actualizaciones que se generan en el mercado.
Mejora tu capacidad de adaptación al cambio para alcanzar el éxito
La reestructuración de sociedades, ya sea interna, financiera o tecnológica, es una oportunidad para mejorar la eficiencia y rentabilidad de un negocio. En Strategik disponemos de herramientas y estrategias personalizadas para superar los obstáculos y lograr una transformación empresarial exitosa. El proceso lo recorremos juntos. Y juntos conseguiremos maximizar el valor de los activos y minimizar los posibles riesgos asociados a los cambios organizativos y financieros.
Este procedimiento se realiza en varias etapas comprendidas en un período de tiempo entre uno y tres años. Aun así, todo dependerá de las características y el tamaño del negocio. En cualquier caso, la reorganización de una compañía se divide en tres fases:
Diagnóstico
El propósito principal es evitar el colapso empresarial. Para ello, se pretende identificar cuáles son y dónde están los fallos. Así pues, esta primera etapa se centra en mejorar la liquidez y reducir los costes tras revisar la estructura del negocio.
Tratamiento
Una vez que disponemos de los resultados del análisis anterior, debemos eliminar riesgos innecesarios y aumentar la productividad.
Recuperación
En último lugar, se vive una fase de recuperación que comienza cuando la empresa crece. Este es el momento adecuado para abrirse al mercado y buscar nuevos productos y servicios.
No obstante, para cumplir con ello, habrá que adoptar ciertos mecanismos de revisión, control y gestión de riesgos con los que asegurar el futuro del negocio.
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Reestructuración empresarial interna
La remodelación interna se lleva a cabo tras un profundo análisis de su estructura organizativa. Su objetivo principal no es otro que optimizar el funcionamiento de los distintos departamentos, buscando una mayor eficiencia.
Durante este proceso de reestructuración de sociedades, se presta especial atención a la comunicación entre departamentos y al cumplimiento de tareas asignadas. Estos factores resultan fundamentales para asegurar un flujo de trabajo fluido y efectivo.
La necesidad de ponerlo en marcha surge cuando los elementos de la organización comienzan a presentar fallos. En consecuencia, se precisa la reasignación de recursos para su pronta solución. Asimismo, el crecimiento de la empresa puede requerir un reajuste con el fin de incrementar su productividad.
Por otro lado, este tipo de estrategia se lleva a cabo para mejorar la situación financiera de un negocio y garantizar la obtención de beneficios. Los cambios también se implementan para adaptarse a los avances tecnológicos, que ya han sido adoptados por numerosas compañías del sector.
Reestructuración empresarial tecnológica
La implementación de tecnología innovadora en una organización también propicia un proceso de rediseño estructural. En esta ocasión se produce a nivel tecnológico, y es algo que se está realizando con gran frecuencia debido a la creciente transformación digital. Esta situación actual que vivimos y que se encuentra en constante evolución exige que las compañías se adapten a los nuevos tiempos si no se quieren quedar atrás.
La reestructuración de sociedades a nivel tecnológico, en su mayoría, impacta directamente a los empleados. No en vano, implica la necesidad de ofrecer programas de formación para el desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos en el personal. Además, en algunos casos, puede ser necesario efectuar ciertos ajustes en la plantilla laboral actual.
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