Mercados de valores tradicionales
Los mercados de valores existen desde el siglo XII. En concreto, comenzaron a darse en Francia al desarrollarse el comercio de bonos para administrar las deudas de la comunidad agrícola. Durante el siglo XIII, se daría también en Venecia mediante la comercialización de valores del gobierno para, posteriormente, extenderse por el resto de las principales ciudades italianas y europeas.
En el Siglo XVI se crearon en Holanda las sociedades de acciones. Éstas permitían a las personas invertir en negocios para obtener parte de sus beneficios, siendo Dutch East India Company en 1602 la primera compañía que emitió acciones y convirtiéndose La Bolsa de Ámsterdam en la primera de valores oficial.
Durante el siglo XVII y XVIII fueron naciendo nuevas bolsas oficiales en Francia, Inglaterra y América, pasando a ser los mercados de valores muy relevantes para las empresas. Estos, les permitían financiar la expansión de sus negocios y, a su vez, ofrecer a los inversores compartir las ganancias de la compañía.
Progresivamente, estos mercados de valores que, en un principio eran bastante rudimentarios y caóticos, han ido regulándose y adaptándose a las nuevas circunstancias. Cabe destacar que, como otros, el mercado de valores tiene un gran carácter especulativo, elemento fundamental para comprender este contexto
Ahora bien, para analizar con claridad los nuevos mercados especulativos que han surgido, es necesario determinar lo que son exactamente. Se trata de aquellos cuyo objetivo es hacer predicciones acerca de la fluctuación en el mercado del precio de determinados activos. De esta manera obtienen un beneficio económico mediante su compraventa.
Uno de los productos que recientemente se ha convertido en objeto de una gran especulación han sido las criptomonedas, pero ¿qué son realmente las criptomonedas?
Las criptomonedas
En primer lugar, podríamos definirlas como monedas digitales que emplean métodos de criptografía para cifrar y de esta manera asegurar las transacciones económicas que se hagan con ellas, su titularidad y controlar la creación de unidades similares (evitar que se repliquen).
Como activo especulativo, podríamos decir que se tratan de activos reales. Son atesorables (el coste de almacenamiento es nulo o muy bajo), de oferta inelástica (por mucho que suba el precio, la oferta de criptomoneda no va a aumentar proporcionalmente al precio) y, más importante y aquello que les diferencia de otros tipos de refugio de valor, es inconfiscable. Por estas características, se han convertido en un buen refugio de valor para inversores que quieren protegerse de elementos como la inflación.
La principal diferencia que tienen las criptomonedas con el resto de sistemas tradicionales son la escasa regulación y la no existencia de intermediarios en las transacciones, gracias al empleo de una base de datos descentralizada (el blockchain).
Sin embargo, a pesar de que existe una tendencia creciente del número de empresas que permiten operar con criptomonedas, son muchas las compañías que aún no las aceptan como medio de pago, función para la cual se crearon. Esto se debe a diferentes motivos.
Para empezar, está aumentando su uso como medio de pago, pero aún no está generalizado, ni tampoco están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como podrían ser Fondos de Garantía.
Por otro lado, tampoco tienen la aceptación generalizada por parte de las empresas y consumidores y, por último, se trata de activos demasiado volátiles para ser empleados como método de pago. En el último mes, por ejemplo, se ha producido una bajada que ha rozado el 50% de una de las criptomonedas más importantes, el Bitcoin. Esta caída, puede haberse debido al aumento del tipo de interés de la deuda pública, convirtiéndola en un refugio de valor más atractivo y provocando el cambio de cartera de numerosos inversores. Este acontecimiento, es un reflejo de la volatibilidad y la dificultad de que se mantenga una cierta estabilidad en el valor de las criptomonedas.
Estos hechos (especialmente el de la volatibilidad de estas monedas digitales) han favorecido que en los últimos años se hayan convertido en un producto bastante atractivo para inversores, al permitirles obtener una gran rentabilidad.
En la actualidad, podemos encontrar miles de tipos de criptomonedas, de entre las cuales podríamos destacar las siguientes según su capitalización en el mercado:
Fuente: Statista
Ventajas e Inconvenientes de las criptomonedas
Esta moneda digital ha dejado opiniones contradictorias entre los diferentes expertos que la han analizado. Sin embargo, si somos objetivos, podríamos atender a las siguientes ventajas e inconvenientes de este novedoso producto monetario y especulativo.
Las principales ventajas serían:
- Son monedas globales, lo cual se debe a que no están controladas por ninguna entidad gubernamental.
- No son replicables. Es decir, no se pueden falsificar dadas las complejas técnicas criptográficas que se emplean para garantizarlo.
- Tampoco son confiscables, lo que incrementa la popularidad de este activo entre los inversores, siendo uno de los pocos inconfiscables que podemos encontrar.
- La inmediatez y bajos costos de las transacciones. Algo propio y característico de los e-commerce y que agiliza enormemente las intercambios comerciales.
- La seguridad y transparencia. Ya que el conjunto de transacciones son públicas y quedan almacenadas en varios ordenadores de una red.
Fuente: Bolsamania
En contraposición, las desventajas que deberíamos tener en cuenta son:
- Su volatilidad, que hace que, al igual que grandes ganancias, también se puedan producir enormes pérdidas para algunos usuarios.
- La falta de confianza por parte de muchos usuarios y empresas la cual ha impedido, junto a otros motivos, que muchas empresas se nieguen a aceptar esta moneda aún.
- El hecho de que se trate de una moneda virtual provoca que extraviar la clave de acceso al “wallet” pueda causar la pérdida de todo el dinero que tuviera en este el usuario.
- A pesar de que cada vez se trata de un instrumento más usado, la regulación en la materia es escasa, algo que progresivamente irá cambiando.
Futuro de las criptomonedas
En este ámbito existe un gran debate. Por un lado, nos encontramos a los expertos que defienden que se tratarán de una herramienta monetaria novedosa y muy útil en el futuro. En cambio, existen otros expertos que defienden que las criptomonedas se están convirtiendo en una burbuja como con otros tantos activos se ha producido.
Esta burbuja, se debería principalmente a que el activo posee unas características muy atractivas para los inversores, siendo no sólo un refugio de valor que protege de la inflación sino también siendo de los pocos activos inconfiscables por la entidad gubernamental.
De entre todas las opiniones existentes, la mayoría coincide en que las criptomonedas son en la actualidad un producto especulativo que ha permitido a mucha gente obtener elevados niveles de rentabilidad y que, progresivamente, irá adquiriendo más protagonismo como moneda digital mediante una creciente regulación.
Sin embargo, para la generalización de su uso como moneda aún tienen el inconveniente de que son volátiles al alza lo cual hace que los consumidores prefieran mantenerlas como una inversión en vez de como medio de intercambio.
El hecho de que las criptomonedas no se vean afectadas por medios de confiscación de los estados como impuestos, inflación… es una de las características más atractivas de esta moneda, al tratarse de un activo muy complicado de usurpar.
Podríamos decir que, en la actualidad, las criptomonedas han adquirido una gran importancia como un refugio de valor, esto es, un activo. Por ello, hasta que no se produzca una estabilización de esta volatilidad la tendencia continuará siendo que las criptomonedas se usen principalmente como activo y no como una moneda en sí misma.
Este aumento de la popularidad ha favorecido el surgimiento de empresas dedicadas al fraude mediante la publicidad engañosa acerca de las criptomonedas. Este hecho ha favorecido el surgimiento de nueva legalización en aras de proporcionar una mayor protección a los inversores en criptomonedas. Entrará en vigor a partir del 17 de febrero del 2020.
Este hecho manifiesta el aumento de importancia del mercado de las criptomonedas, por la cual ha sido necesaria la implementación de una nueva regulación. La cual progresivamente vaya abarcando más ámbitos de un mercado aún poco reglamentado.
Por todos estos cambios a los que atendemos, la importancia de unas bases sólidas en una empresa son fundamentales si queremos adaptarnos a un entorno cada vez más digitalizado. En Strategik B&M Consulting poseemos los conocimientos y experiencia que permiten anticipar y aprovechar las diferentes tendencias globales para tu empresa. Si quieres descubrir cómo, haz click aquí.