La financiación empresarial es uno de los aspectos clave que se deben tener en consideración en cualquier tipo de proyecto, tanto para ampliarlo como para crearlo. Pero ¿es interesante para todo tipo de compañías? ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Vamos a verlo.
Qué es y por qué necesitas un plan de financiación empresarial
La financiación empresarial es la forma en la que una organización obtiene recursos y dinero. Por otro lado, el plan de financiación de una empresa es un informe que se utiliza para analizar lo siguiente:
- El dinero que necesitamos para financiar el proyecto con éxito.
- Los recursos que forman parte de las finanzas corporativas con las que cubrir sus necesidades.
El documento resultante se enmarca dentro del business plan y es una de las mejores herramientas para esclarecer si un proyecto es o no viable. Además, los objetivos de la financiación empresarial son varios:
- Asegurar el punto de equilibrio del proyecto.
- Determinar los ajustes a realizar en caso de riesgo.
- Recoger todos los datos necesarios para justificar la solicitud de diferentes formas de financiación empresarial.
- Vigilar a largo plazo el equilibrio financiero y mantenerlo.
Fuentes de financiación de una empresa
Conociendo las claves de las diferentes formas de financiación de una empresa, podremos saber a qué tipo acudir en función de nuestras necesidades.
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Business Angels
Se trata de inversores privados que tienen capacidad de inversión y un amplio conocimiento sobre el mundo empresarial. Se dedican a impulsar el desarrollo de proyectos con un alto potencial de crecimiento. Aportan capital y un valor añadido a la gestión en las primeras etapas de la empresa.
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Fondos de capital riesgo
Grandes empresas, bancos, la Administración Pública y también mucho capital privado, donde se engloban los family office, forman parte de ellos. Startups y empresas innovadoras apuestan por esta forma de financiación cuando experimentan un proceso de expansión que precisa de inversión. Por regla general, estos fondos los gestionan sociedades anónimas especializadas, las cuales invierten con el objetivo de obtener beneficios en un futuro.
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Crowdfunding
También conocido como financiación colectiva o micromecenazgo. Es una forma de financiación innovadora que conquista a un público general y que lo hace partícipe del proyecto.
Se trata de la cooperación de personas, normalmente por Internet, que reúnen dinero o recursos para ayudar a un emprendedor a desarrollar su proyecto. Hay varias plataformas que se dedican a ello, pero en ningún caso quien aporta dinero se convierte en inversor del proyecto.
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Bartering
Se denomina así a los acuerdos comerciales con otras empresas donde se obtiene un beneficio, pero no hay intercambio monetario. No es un sistema directo de financiación de una empresa, pero reduce costes fijos y supone un ahorro, que se puede emplear en otras necesidades.
El aspecto negativo de esta opción es que se crea una relación de dependencia y hay un riesgo si una de ellas no cumple con su parte del acuerdo. Podemos diferenciar dos tipos de bartering:
- Indirecto. En el acuerdo comercial están involucradas más de dos partes. Esto quiere decir que entran en juego varios socios.
- Directo. Hay dos partes que pactan intercambiar servicios de una manera directa.
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Aceleradoras e incubadoras
Estas organizaciones acogen una serie de startups y su cometido no es otro que acelerar su crecimiento. Les ayudan en su etapa inicial a configurar su modelo de negocio, una estrategia de captación de clientes y, por supuesto, financiación.
Las aceleradoras surgieron por el interés tecnológico del sector empresarial privado y público y su objetivo es acelerar el desarrollo y crecimiento de las startups en etapas avanzadas. Sin embargo, las incubadoras son un apoyo en el momento de su fundación.
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Financiación bancaria
Una de las primeras opciones y también de las más utilizadas por el tejido empresarial español es pedir un préstamo a un banco. Aproximadamente el 72,5 % de las pymes que necesitaron financiación en 2021 acudieron a una entidad bancaria. Estas pueden proporcionar diferentes soluciones como líneas de crédito, préstamos, créditos comerciales, entre otras.
Por ello, las empresas acuden a la financiación bancaria, con el objeto de poder adquirir activos o solventar problemas de circulante. Así, podemos diferenciar dos instrumentos financieros básicos:
- Los que financian el circulante propio de la actividad diaria de la empresa. Entre los que encontramos las líneas de crédito, confirming y factoring, entre otros.
- La financiación de activos vinculados a las operaciones habituales. Donde se concentran los préstamos bancarios a medio y largo plazo y los leasings, por ejemplo.
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Bootstrapping
Aquí se hace referencia a la financiación de proyectos mediante los ahorros propios de los fundadores y también de los generados por la facturación. Es decir, no se depende de financiación externa, como sucede con los préstamos o las inversiones.
Esta fórmula se hizo popular a raíz de la crisis de 2008 y requiere reducir las expectativas a corto plazo. Asimismo, se invierten todos los esfuerzos en conseguir ingresos que se revertirán en el crecimiento del proyecto.
Decidir qué tipo de financiación empresarial es la más adecuada para una empresa no es sencillo. Por ello, en Strategik disponemos de asesores especializados que darán respuesta con una asesoría integral y de calidad.