Skip to main content

Fantasias

Desde hace años fantaseamos con la posibilidad de que pasemos a vivir en el mundo de Blade Runner o El Quinto Elemento y todos conduzcamos coches voladores. O como la tripulación del Enterprise, no necesitemos abrir puertas ni bajar escaleras para desembarcar, sino que baste con pulsar un botón para teletransportarnos a tierra. O que decidamos pasar nuestras vacaciones a gravedad cero en un crucero por el espacio, pudiendo reproducir el “veo mi casa desde aquí”, solo que a una escala ligeramente mayor. Si bien aún no vemos del todo claro las dos primeras invenciones, es posible que la tercera esté más cerca de lo que creemos.

 

Viajes por el espacio, una realidad

Ya en 2001, el magnate multimillonario Dennis Tito se convirtió en el primer viajero al espacio por placer. Tras él, ha habido otros casos como el del fundador de Ubuntu, Mark Shuttleworth; o el del millonario Gregory Olsen, que afirma querer volver. En total, 7 afortunados civiles han logrado cruzar la barrera al espacio a golpe de talonario en la pasada década del 2000.

El precio de sus billetes de cabina osciló entre los 20 millones y los 40 millones de dólares. Con semejante coste, esta fantasía seguirá siendo para el resto de los mortales eso, una fantasía… ¿no? No si Richard Branson, CEO de Virgin, tiene algo que decir al respecto.

Y es que los vuelos ofertados por las agencias espaciales estatales se salen del presupuesto de cualquier persona de a pie por un margen demasiado amplio, pero los de las empresas privadas no tanto. Virgin Galactic  ya se encuentra reservando plazas  para sus vuelos suborbitales a más de 80 km de altura desde la superficie terrestre por 250.000 $ el billete.

SS2 glide flight

«Para esto quedará mucho…» podríamos pensar. No obstante, el último vuelo de prueba fue el pasado 22 de febrero. Con su éxito, podríamos estar a apenas unos cuantos vuelos y semanas más de dar una vuelta por el espacio. Richard Branson afirmó que a mediados de este año espera el mismo tener la oportunidad de viajar en el primer vuelo comercial.

Es así como volvemos al principio del artículo. ¿Son los viajes espaciales una fantasia? ¿Son tan imposibles como nuestros antepasados los veían? La respuesta: ya no. 

«¡Pero el precio es demasiado alto! ¡Jamás podré permitírmelo!» No obstante, puedes comprar un billete de avión ¿verdad? Pues originalmente costaba 400$ en 1914. Una cifra que ajustada a la inflación para nuestro año 2019 actual supondría más de 10.000 $… sin embargo, a día de hoy existen vuelos  hasta por menos de 20 €. Entre la mejora de la técnica y la presión de la competencia, los precios cambian. Podría pasar lo mismo con los vuelos suborbitales cuando el mercado reciba a empresas como SpaceX y Amazon.

 

¿Qué es realmente imposible?

Podríamos quedarnos aquí, pero… si esto que era disparatado y demencial antes, ya es una realidad… ¿qué es realmente imposible?

Sin ánimo de robar el slogan de Adidas, «Impossible is nothing». El ser humano tiende a ser categórico en sus clasificaciones. «Siempre te querré», pero existen los divorcios; «no me gusta, ni me gustará nunca», y aún ni lo has probado; «jamás cometería un delito», pero por algo existen ordenamientos jurídicos y sistemas judiciales.

«Eso no puede hacerse, es imposible», y sin embargo, lo hacemos. 

La realidad no se reduce a lo que ya conocemos hoy para toda la vida. El tiempo lo cambia todo. Cuando pensemos en lo imposible que es resolver los problemas que encontramos hoy en el trabajo, las inalcanzables metas en los negocios, crecer entre tiburones con apenas tres brazadas dentro del mar…recordemos añadir la coletilla siguiente: por ahora.

La fantasia de hoy es el logro del mañana.

 

¿Enfrenta tu empresa algún imposible o pretende lograr algo disparatado y descabellado? ¡Te ayudaremos a conseguirlo! ¡Contacta con nosotros!