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Basta con leer la prensa, poner la televisión, la radio o abrir cualquier red social para que escuchemos y leamos las mismas palabras: Contagiados, Hospitales, Enfermos, Ibuprofeno, Curva, Pico, Multa, Vacuna, UCI, Crisis, Pacientes, Confinamiento… Sin embargo, Incertidumbre es quizás la palabra que no repetimos, pero sí la emoción que nos invade, alojando un sentimiento de angustia que intentamos aplacar con bromas, memes, aplausos o música. La Incertidumbre es la falta de la firme adhesión de la mente a algo conocible, sin temor de errar, que en su expresión más extrema se convierte en Neofobia. Nuestro miedo hoy no se fundamenta en lo que prevemos que va a pasar, sino en que nadie puede tan siquiera aproximarlo, esto es debido a la falta de referencias históricas concretas. Sin embargo, sí podemos hacer un ejercicio de análisis periférico que nos acerque a lo que acontecerá en los próximos meses y esto es lo que voy a intentar en los próximos párrafos, no sin antes advertir al lector que, a pesar de utilizar fuentes fiables y formulaciones matemáticas, el análisis no está exento de cierto grado de especulación.

Martes 28 de abril del 2020, las autoridades sanitarias españolas dan por «controlada» la pandemia y decretan el fin del estado de alarma. El escenario que deja la crisis del CoVid 19 es dantesco, la cifra total de afectados diagnosticados es hoy de 133.000, de los cuales ya hay curados el 85%, ayer se registraron 170 nuevos casos y el recuento de fallecidos ha alcanzado los 11.700.  Se estima que la población enferma esté recuperada y prácticamente no tengamos casos el 25 de mayo. Desde hoy se permite salir a la calle, pero con medidas de seguridad. Las personas no se sienten seguras, mascarillas, guantes, saludos y charlas guardando la distancia, dibujan las escenas en las calles de todas las ciudades y pueblos españoles. El color moreno, característico de nuestro tradicional estilo de vida, ha dado paso a rostros más pálidos de lo habitual y pelos descuidados. Del mismo modo, algún que otro kilito de más dibuja las curvas de los ciudadanos que se lanzan a las calles a hacer deporte, correr, pasear por el campo… el outdoor se valora hoy como el oro. Las clases colectivas de los gimnasios están casi vacías, todos prefieren ejercicios individuales, al menos de momento. Quizás lo que más llame la atención es ver cómo, de forma general, el ritmo de vida ha bajado ligeramente, la gente camina un poco más despacio, los coches van un poco más lentos, se habla un poco más pausadamente, se ha bajado el volumen de voz y aflora cierta amabilidad entre las personas.

La economía ha sufrido un intenso shock de oferta y de demanda, el primero por la imposibilidad de producir y este segundo por la pérdida de puestos de trabajo o de ingresos, que ha obligado, a cientos de miles de afectados, a retener liquidez familiar, minimizando el consumo. Este escenario es equivalente a un choque de trenes, donde la economía se colapsa, extendiendo pobreza en contraposición a la creación de riqueza. Para sostener esta situación, el Estado español y la propia UE, han dotado de liquidez al sistema contra sus fondos y con emisión de deuda, rebajando sus ratios de solvencia y la calidad de la misma, cuya consecuencia casi inmediata es la inflación. La iliquidez generada en estos dos últimos meses ha obligado a las empresas a reducciones drásticas de personal, y en muchos casos al cierre. En otros, el endeudamiento ha sido la vía de supervivencia, deuda que tardarán años en poder amortizar, devaluando sus negocios y dejándoles, en la mayoría de los casos, sin margen de maniobra. Como referencia, la Bolsa tuvo una fuerte de caída a principios de la crisis y posteriormente un comportamiento errático, siendo este el preludio de lo que acontecerá en los próximos meses en la economía española. Todos los sectores están afectados, sin embargo, siete han sido duramente castigados: Turismo (vuelos, alojamientos, etc.), Transporte de personas, Espectáculos, Eventos, HORECA en general y especialmente las Agencias de Viajes, como intermediarias de todos los anteriores.

Miércoles 30 de abril del 2020, los bares ya están todos abiertos, pero no se ha producido la estampida que se esperaba, la pérdida de poder adquisitivo de la población hace mella. Los supermercados estabilizan su oferta gracias a la estabilización de la demanda, pero algunos siguen con problemas de desabastecimiento. Las empresas empiezan a reincorporar al personal a las oficinas, fábricas, etc. Las conversaciones son monotemáticas, pero hay cierto espíritu de superación y esperanza. Los despachos de abogados han hecho caja durante la crisis y en los próximos días les viene la siguiente oleada, las demandas de divorcio. Por otro lado, se reactiva la burbuja del alquiler, entre otras cosas, debido al punto anterior. Las peluquerías y centros de estética disparan su demanda y tienen dificultad para absorberla. La economía está desequilibrada debido al desequilibrio sectorial, sectores con hiperoferta y sectores con hiperdemanda. La hiperoferta se solventará en el corto plazo. La hiperdemanda, por otro lado, es un fenómeno económico que, sostenido en el tiempo, ayudaría a la creación y desarrollo de grandes empresas, y con ello, a la rápida creación de puestos de trabajo e inflación. Esto último es lo que nos dice la teoría económica clásica, sin embargo, hemos de ser conscientes de que la situación no se extenderá en el tiempo, por lo que hemos de ser precavidos con las inversiones, ya que lo que se está produciendo es un proceso de estabilización que en pocos meses acabará con un mercado compensado y a ritmo de precrisis.

Por los factores anteriores, desde la perspectiva económica, se prevé un incremento del IPC, cercano al 1,8% a cierre del año, sin embargo, los salarios no subirán y se producirá cierta pérdida del poder adquisitivo generalizada.

25 de mayo de 2020, desde hace más de 10 días no se producen nuevos contagios y el 100% de la población diagnosticada está curada. El pánico parece que se ha disipado, las terrazas vuelven a estar llenas, el 80% de los trabajadores despedidos en los sectores más afectados están recolocados o en vías de colocarse en las próximas semanas, el 100% de los afectados por los ERTEs están trabajando. Las agencias de viajes están realizando reservas con bastante velocidad para destinos nacionales y europeos, especialmente.

El ritmo de la sociedad ha vuelto a acelerarse, la gente vuelve a tener planes de futuro y los sectores económicos aceleran su equilibrio.

14 de septiembre de 2020, tras un verano distinto, muchos trabadores habían consumido sus vacaciones durante el confinamiento, observamos como la cultura veraniega española no ha cambiado. Las zonas de costa han estado abarrotadas, el consumo ha sido alegre y la recuperación del sector HORECA, gracias al consumo nacional, ha sido excepcional. Los niños han vuelto a las clases. Los Dptos. financieros de las empresas, están trabajando en sus planes para el 2021, el objetivo principal es la amortización anticipada de la deuda, ya que sus previsiones son la estabilidad de sus respectivas tesorerías.

Hoy podemos dar la crisis del Covid 19 por superada, sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La criticada gestión de la crisis por parte del Gobierno español obtiene la consecuente presión por parte de la oposición, de vuelta con el procés, el brexit, el aumento del endeudamiento de España y de la UE, la inflación, nos llevará a una fase de fuerte inestabilidad político/económica que derivará de nuevo en Incertidumbre.

One Comment

  • Margarita dice:

    Muy buen artículo!!! Y mientras, los científicos buscarán el antídoto apropiado y la vacuna para quitar esa incertidumbre que nos inquieta y empezaremos una nueva era, después del tiempo de reflexión
    donde hemos tenido tiempo de apreciar cosas a las que no le dábamos importancia.