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El downsizing empresarial es una forma de reestructurar la plantilla para alcanzar una configuración operativa óptima y mínima en cada escenario del mercado. En un contexto como el actual, en el que la cola emergencia sanitaria y la crisis energética ha desencadenado una crisis global, muchas empresas buscan la forma de seguir adelante. 

Qué es el downsizing empresarial y cuál es su objetivo

Este concepto se ha vuelto muy popular, pero es mucho más que una reducción de plantilla. Puede ser la solución idónea para la empresa y los trabajadores si se sigue un plan bien definido. Veamos en qué consiste y cómo puede favorecer el crecimiento de una compañía.

Si nos concentramos en el término anglosajón downsizing, este nos revela su significado. «Down» significa bajar, mientras que «sizing» hace referencia al tamaño. Por tanto, el downsizing empresarial es la reducción del número de empleados de una empresa. Esto sería una definición muy literal, pues desde un punto de vista empresarial es mucho más complejo.

Lo que pretende esta estrategia es optimizar los recursos personales para trabajar garantizando la productividad de la compañía. Gracias a este plan, la empresa se puede reorganizar y mejorar al reducir equipos.

Tenemos dos tipos de downsizing empresarial:

  1. Proactivo o estratégico. Este es un plan que se prepara con antelación para anticiparse a los posibles riesgos externos o del entorno de la organización. Es una forma de reducir costes y aumentar la flexibilidad antes de que surja un problema. Las decisiones se toman antes y se prevén diferentes escenarios ante una posible crisis. Podemos decir que es una especie de modelo de prevención. 
  1. Reactivo. En este caso, el plan es todo lo contrario del anterior. Aquí la empresa no está preparada para afrontar un problema. Su actuación no es más que una reacción a un problema dado. Apenas hay tiempo para pensar debido a la urgencia de la situación y, como consecuencia, las soluciones pueden ser menos eficaces. Un claro ejemplo de este tipo de downsizing es el que se ha aplicado a partir de marzo de 2020 por la crisis sanitaria. 

Qué empresas utilizan el downsizing empresarial

Las empresas que han aplicado el downsizing lo han hecho como parte de una estrategia para reducir su tamaño y ser más competitivas. Con este proceso se consigue una infraestructura más eficaz donde los recursos se aprovechan mucho mejor. No conviene hacerlo a la ligera, sino que para implementarlo es necesario llevar a cabo una correcta planificación e idear un método de trabajo adecuado.

Gracias a este tipo de práctica, la empresa puede dar un paso hacia su crecimiento. El motivo es que se regula y adapta a la necesidad y a las circunstancias de cada momento. No obstante, supone un gran desafío porque pararse y plantearse lo que una empresa necesita no es sencillo. Además, una mala aplicación puede tener repercusiones negativas en la compañía. Por eso, lo mejor es contar siempre con profesionales especializados y con la experiencia suficiente para que puedan analizar todos los aspectos de un negocio. 

Beneficios del downsizing para tu empresa

En función del tipo de downsizing que se lleve a cabo, el proceso generará una serie de beneficios o inconvenientes. Aun así, los beneficios que se pueden obtener de manera más habitual son: 

  • Simplificación operativa. Un organigrama más ligero y una cadena de mando más clara mejoran la comunicación interna y facilitan la toma de decisiones. Igualmente, de esta manera se producen menos cuellos de botella porque hay menos trabas burocráticas al hacer proyectos que afecten a varios departamentos. 
  • Mejor comunicación interna y toma de decisiones. Si solo existen puestos imprescindibles, la información llega con rapidez a su destinatario y no se adultera. Esto, sumado a la simplificación de la estructura de la empresa, hace que haya menos personas involucradas en cada proyecto. Por tanto, la toma de decisiones es más rápida y simple. 
  • Reducción de costes. Es la última consecuencia del downsizing. Evidentemente, no es lo mismo tener 100 empleados que 60, siempre y cuando con menor cantidad de trabajadores se pueda realizar el mismo trabajo. Además, el esfuerzo de la gestión del personal y todo lo relacionado con el talento requiere más tiempo cuantos más empleados haya. 
  • Aumento de la productividad. Tras un downsizing, se pretende que una compañía consiga los mismos resultados con menos recursos. De aquí se puede deducir que esta técnica se basa en utilizar los recursos disponibles de una forma más estratégica y eficiente. 

No obstante, no todo son ventajas. El mayor inconveniente es el desempleo u offboarding, seguido de la desconfianza e inseguridad de quien se queda. En algunos casos, esto también supone fuga de talento y una mala aplicación de la pérdida de capital social.

Por ello, para hacer un buen downsizing empresarial, es necesario contar con expertos como nosotros. Contacta con nosotros para analizar una compañía es de gran ayuda antes de tomar una decisión precipitada.