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Paseaba por las calles de San Sebastián de la Gomera, corría el año 2017 y embriagado por la paz que emana de las entrañas de esa tierra, me senté en un banco al lado de un señor mayor. Vestía con traje marrón y un cachorro (sombrero típico canario). Apoyaba sus manos y barbilla en un bastón de madera mientras contemplaba el horizonte que se proyectaba tras el puerto de la isla.

Lentamente desvió su mirada hacia mí y con un semblante serio, a la vez que amable, me saludó: «Buenas cristiano, ¿usted no es de aquí verdad?»

No, le respondí… Conversamos durante horas sobre la vida, economía, política…

Empezaba a caer la tarde, miró su reloj, temía que se tuviese que marchar, y así fue. Tras levantarse con dificultad, anduvo dos pasos ayudado con su bastón, se detuvo como si algo hubiese olvidado, y girándose lentamente me regaló una frase que me abrió las puertas de una profunda reflexión: «… Y recuerda siempre JM, solo son Problemas aquellos asuntos que no puedes resolver por ti mismo».

En una sociedad que fomenta el individualismo, la competencia, el egocentrismo y en muchos casos el narcisismo, terminamos creyéndonos omnipotentes desde estas posiciones. Sin embargo, somos incapaces de resolver las verdaderas dificultades de nuestra existencia sin el apoyo de la Familia, los Amigos, los Compañeros de trabajo, los Conocidos o los Desconocidos…

 

Hasta la próxima