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La llegada del COVID-19 a nuestras vidas supuso un gran cambio para la población española que tuvo que verse de un día a otro recluida en sus hogares de manera permanente. Esta situación provocó, como ya sabemos de sobra, muchos cambios en nuestro modo de vida. Dentro de estos cambios, la alimentación resaltó sobre los demás.

Aún hoy seguimos sufriendo las consecuencias de la pandemia, pero pasados unos meses ya podemos comprobar los cambios que ha provocado en determinados sectores de la economía. El sector agroalimentario ha sido uno de ellos.

Son muchos los sectores que han visto mermada su actividad debido a la COVID-19. Sin embargo, este sector que nos atañe ha experimentado un aumento significativo a lo largo de los meses de confinamiento. Pasando a mantener unos niveles de consumo e ingresos constante hasta el 2019 y experimentando una gran subida en 2020, convirtiéndose en un sector esencial.  

Como se puede apreciar en los diferentes gráficos, los ingresos provenientes de vegetales, frutas y ciertos tipos de cereales aumentaron durante el pasado año, previéndose cierta bajada a partir de ese momento y un mantenimiento del mismo volumen de ingresos durante los años venideros.

En 2019, dentro de sector de la fruta, los supermercados seguían siendo el principal canal de distribución, seguido del comercio especializado.

No es de extrañar que, a principios de 2020, con la pandemia, se produjera cierto revuelo de abastecimiento en los mismos.

¿Algunas de las principales causas de esta situación? La alta demanda de alimentos de primera necesidad producida durante los meses de confinamiento, la disminución en la movilidad, el cierre de la hostelería… Todo ello supuso que el consumo de alimentos en los hogares aumentara considerablemente durante el 2020.

Dentro de la economía española este sector pasó a situarse con una aportación de 3,8% en el PIB con respecto al 2,7% de 2019, según estudio realizado por Caixa Bank.

Todos estos cambios, tan acelerados en algunos casos, han provocado que muchos ganaderos, agricultores, minoristas… hayan visto la necesidad de adaptarse a los nuevos cambios de una manera igual de rápida.

Una de las consecuencias fue una favorable evolución en el mercado laboral dentro de este sector, que, aunque no en demasía, resaltó en el conjunto de la economía española, produciéndose una bajada del porcentaje de destrucción de empleo en el sector y una escasa situación de ERTE.

 

La exportación española durante la pandemia

Algunas de las conclusiones que se pueden sacar en claro del estudio realizado por la entidad CaixaBank con respecto a este sector es la relevancia de las exportaciones españolas de alimento realizadas durante esta convulsiva época.

Si bien es cierto que durante la pandemia el comercio internacional ha sido uno de los que más ha sufrido, no podemos decir lo mismo de la situación de la exportación española.

Durante esta pandemia las exportaciones al exterior en nuestro país se han visto beneficiadas, siendo la carne de porcino y ciertas frutas españolas los productos que más demanda han experimentado.

España representa una de las economías con mayor presencia de exportación de la Unión Europea, con una posición cuarta en el continente europeo y el séptimo mundialmente. Entre los países con más demanda de producto español se encuentran Alemania y Francia a la cabeza, seguidos de Italia y Portugal.

El porcentaje de crecimiento exacto, según Caixa Bank, dentro de las exportaciones agroalimentarias españolas fue de un aumento del 4,9% entre enero y julio de 2020.

Entre las comunidades autónoma españolas que más fruta y hortalizas exportaron al exterior encontramos Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia.

 

Oportunidades del sector agroalimentario en el futuro

Entre otras de las consecuencias provocadas por los nuevos patrones de consumo experimentados por la sociedad aparece el comercio electrónico. Un sector que se ha visto incrementado por los cambios en los hábitos de consumo.

Según estudio realizado por CaixaBank los pagos virtuales desde el mes de abril hasta septiembre del año pasado aumentaron, prueba de que la situación económica tan excepcional seguía afectando a este sector.

El sector agroalimentario no se queda atrás y tecnologías como el blockchain, el internet de las cosas o el big data ya están comenzando a formar parte del día a día de este sector:

Según estudio de CaixaBank obtenido a través de Twitter, el Big Data resalta sobre otras tecnologías en el sector primario, gracias a las técnicas de agricultura de precisión, necesitando grandes cantidades de datos para la optimización de decisiones.

En la industria agroalimentaria, sin embargo, es el blockchain el que más resalta, dado que esta tecnología permite conseguir información actualizada en el momento de los diferentes actores de la cadena alimenticia.

En Strategik son varias las empresas de este sector tan demandado en la actualidad que han confiado en nosotros, también durante estos últimos meses de cambio.

Queremos seguir colaborando en la digitalización de este sector, por ello, nos ponemos a vuestra disposición en http://strategik.es