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Un cuadro de mando integral es una herramienta de gran utilidad para cualquier organización, independientemente de su tamaño. Ayuda a mantener bajo control los principales objetivos y procesos que se llevan a cabo en éstas. Permite detectar, prácticamente en tiempo real, si surge cualquier problema o se producen desviaciones. Es preciso conocerlo en detalle para poder aprovecharlo al máximo, en el siguiente post te damos las claves de este sistema.

Qué es y para qué sirve un cuadro de mando integral

Se trata de una herramienta de gestión avanzada, destinada a medir y evaluar el desempeño de una organización. Este último se compara con los objetivos estratégicos y operativos de la misma, ofreciendo así una visión realista del performace de la compañía en cada una de sus áreas y palancas dentro de estas. El Cuadro de Mando Integral o BSC, siglas en inglés de Balanced ScoreCard, se desarrolla a partir de la identificación previa de una serie de indicadores clave de rendimiento o KPI, siglas en ingles de Key Performance Indicators, fundamentales para comprobar si se están o no alcanzando las metas establecidas.

Una de sus principales ventajas reside en que ofrece la información de forma visual, siendo, además, muy intuitivo y de fácil manejo. El BSC, incluye gráficas, cifras y comparativas, entre otros, para facilitar una visión global o pormenorizada del estado de la empresa. Que la información se muestre así no es casual, ya que el cerebro humano comprende mejor lo que ve, por ello, si es posible condensar un concepto o un mensaje en una sola imagen, éste se entenderá con mayor facilidad.

Gracias a esta filosofía, los directivos y responsables pueden monitorizar, de forma sencilla y rápida, el éxito de las estrategias y tácticas que estén aplicando, a través de los objetivos en forma de KPI versus los resultados. De un vistazo, disponen de toda la información que necesitan para evaluar el desempeño, vital para la toma de decisiones correctivas, si fuera el caso.

Cómo utilizar el cuadro de mando integral

El uso de un cuadro de mando integral de una empresa es simple. Al mostrarse los datos de manera visual, mediante gráficas, por ejemplo, no es necesario realizar esfuerzos de descargas y cálculos. Además, cabe la posibilidad de adaptarlo a las necesidades de cada organización y departamento. Así, cada responsable podrá personalizarlo para facilitarle la comprensión de la información mostrada.

Sin embargo, en términos generales, el cuadro de mando se utiliza prestando atención a los KPI seleccionados, contrastado los objetivos con los resultados. Por un lado, se está viendo el desempeño real y, por el otro, a dónde se espera llegar, ya que es capaz de proyectar el negocio, bien sobre base de previsiones manuales o bien sobre previsiones de la demanda estadísticas. Los datos se extraen y recopilan de los propios procesos de negocio que están en marcha.

Indicadores de un cuadro de mando integral

Pese a que existen diferentes modelos de control de gestión, los indicadores de un cuadro de mando se agrupan en cuatro perspectivas. Cada una de ellas evalúa el desempeño de la empresa en una faceta, para luego unificar los datos en un solo lugar.

Finanzas

Engloba una serie de objetivos esenciales para toda empresa, ya que son la clave del éxito a corto, medio y largo plazo. Si los beneficios se reducen de manera consistente, por ejemplo, es preciso tomar cartas en el asunto. Por esto se tienen en cuenta KPI como la tasa de crecimiento de ingresos, retorno de la inversión, márgenes o EBITDA, entre otros.

Clientes

Dado que el servicio al cliente es capital para toda organización, conviene controlar su evolución. Factores como la confianza, la reputación o la satisfacción del comprador son esenciales. Quizás sean conceptos abstractos, pero pueden establecerse fácilmente indicadores para hacerles seguimiento y comprenderlos mejor. El nivel de satisfacción, de reconocimiento de marca o el impacto de las estrategias son algunos a utilizar.

Proceso internos

En este eje confluyen tanto el financiero como el enfocado a los clientes. Se usa para mejorar el tiempo de respuesta, el servicio al usuario o aumentar la productividad. Recaba una amplia variedad de datos que convierte en información respecto del funcionamiento de la empresa y su actividad.

Aprendizaje y crecimiento

Se trata de otro elemento intangible al centrarse en la mejora del personal y la estructura de la empresa. No obstante, es posible utilizar algunos indicadores como el clima laboral o las capacitaciones realizadas con éxito.

Al utilizar un cuadro de mando integral, el control de la empresa se simplifica. Se dispone de toda la información esencial en un único lugar y de manera actualizada. Si se produce algún problema, se podrá actuar en el menor tiempo posible. Y la toma de decisiones gana en agilidad. Si quieres saber más, no dudes en contactar con nosotros aquí: Strategik.